¿Es realmente necesario que contestes rápido? La forma en la que trabajábamos cambió mucho luego de la pandemia, durante estos años nos hemos dado cuenta de cuáles trabajos y posiciones eran los realmente esenciales para mantener al mundo, mientras que hay otros que fue evidente que sus días están contados…
Además de nuestras rutinas, también cambió bastante la forma en la que consumimos y estamos utilizamos la tecnología. Esto nos ha hecho muy dependientes de la comunicación a través de un teléfono celular o una computadora, y casi sin darnos cuenta pasamos miles de minutos al día “conectados y siempre disponibles”.
Pero ¿qué impacto tiene el estar siempre disponible en nuestra salud mental? Sobre esto conversaba con mi equipo hace poco. No nacimos con un dispositivo pegado a una de nuestras manos, no se puede vivir la vida a plenitud si estamos con los ojos enfocados solamente en una pantalla. Se necesita tiempo para todo: para descansar, para recrear la mente y hacer actividades que llenen el alma de alegría, para ejercitarnos, para aprender algo nuevo, para compartir con otros, para alimentarnos con consciencia.
Si bien responder los mensajes es importante y algo que todos en algún momento debemos hacer, no es necesario que estemos disponibles 24/7. Una persona promedio puede recibir cientos o miles de mensajes a diario ya que hay demasiados canales abiertos disponibles, que nos hacen la tarea de la desconexión bastante cuesta arriba: SMS, Whatsapp, LinkedIn, Facebook Messenger, tweets, correos electrónicos, etc…
La tecnología cambió la forma en la que vivimos ya que no solo la usamos para distraernos, también la usamos para establecer relaciones con terceros y para trabajar y generar ingresos. La tecnología ha impactado en muchas de nuestras actitudes y conductas, nadie está exento de su influencia.
Nos comunicamos de manera compulsiva, enviamos cientos de mensajes en una hora y esperamos que nos respondan con la misma inmediatez con la que logramos hacer los envíos. Estar constantemente conectados y accesibles a la comunicación con nuestro entorno, puede ser una fuente de ansiedad y agotamiento. Esto ocurre cuando no utilizamos la tecnología de manera saludable, sin ningún tipo de control o límite por nuestra parte.
Recuerda: no es necesario responder inmediatamente un mensaje. Hay veces que se necesita tiempo para procesar una información o quizás en el momento de llegada del mensaje pues no tenemos una respuesta clara o disponible sobre el asunto.
Cuida de tu salud mental, la tecnología es una herramienta a tu servicio y disposición. Úsala con consciencia, trata en lo posible de evitar excesos y ten presente que la vida sucede y se desarrolla fuera de una pantalla. Mientras más amplia sea nuestra forma de comunicarnos y entablar relaciones, mejor nos sentiremos con nosotros mismos y con éstas.
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