En algún momento de nuestra vida hemos sido reactivos, hemos reaccionado siendo esclavos de nuestras emociones sin darle cabida a la reflexión y al impacto que ellas pueden tener sobre nosotros y aquellos que nos rodean, ¿Te ha pasado? Seguramente sí… hoy quisiera hablarte sobre esto: la madurez emocional.
Las emociones son una parte fundamental de nuestra vida, determinan quiénes somos y lo que podemos o no alcanzar. Trabajar las emociones no solo nos lleva a construir salud mental y alcanzar una mejor versión de nosotros mismos, sino que también nos ayuda a tener una asertiva y abierta comunicación, navegar cualquier conflicto que se presente y entender qué es lo sentimos y cuáles son nuestros detonantes.
Trabajar en nuestro interior siempre será una ganancia. La madurez emocional es algo que vamos trabajando desde que somos pequeños y creo que es un trabajo que abarca todo el tiempo de vida de cualquier individuo.
La madurez emocional es saber no decir lo que uno piensa o siente de inmediato. Es parte de su núcleo la capacidad que todos podemos alcanzar de sentarse con algo antes de compartirlo.
La práctica del desarrollo de la madurez emocional consiste en aprender a sentarse con las emociones incómodas, permitir que vayan y vengan por el cuerpo y ver cómo cambian a lo largo del día.
Esto es lo que en psicología llamamos procesamiento emocional.
Cuando somos emocionalmente inmaduros, lo que realmente ocurre es una incapacidad para regular nuestras emociones. Tenemos una respuesta del sistema nervioso, un pensamiento – los cuales reflejan el estado del sistema nervioso- y luego una emoción. Si no hemos aprendido a sentarnos o a aceptar el malestar que nos producen las emociones, podemos ser impulsivos y decir lo que se nos ocurre, esto más adelante puede desencadenar y hacernos sentir vergüenza o arrepentimiento.
¡Practica la pausa! Siéntate con tus emociones y deja que el malestar se apodere de tu cuerpo como una ola en el océano. Verás como te sumerges en el vaivén de la emoción y logras salir de ella…
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¡Fortalezcamos tu interior! Estamos en la era de la elección consciente.