Somos pequeños ecosistemas, cada uno de nosotros es tan diferente y parecido a la vez. Por fuera todos somos más o menos similares: tenemos, piernas, manos, ojos, boca, etc. Orgánicamente también somos parecidos, tenemos los mismos órganos que funcionan igual, pero energética y emocionalmente somos completamente distintos.
A pesar de que somos pura energía, todos vibramos y la usamos de maneras muy diferentes. Tu cuerpo físico, tus pensamientos y tus emociones también son energía en constante movimiento.
Cuidar de tu energía vital es una tarea básica para poder navegar los retos que la vida nos va presentando en el camino.
Muchas veces nuestra energía, el capital más valioso que cualquier ser humano tiene para sí, se ve afectada por nuestros quiebres mentales. Nos dejamos tomar por emociones como miedo, angustia y nuestra estabilidad mental comienza a tambalearse…
Trabajar en ti mismo, conocer tus emociones y ese mundo interno del que tanto te he venido hablando en los últimos dos años es lo que marca la diferencia entre mantener la salud mental, la esperanza y la voluntad para continuar a pesar de las adversidades.
Tienes un mundo interior rico, lleno de recursos: ¡Decide explorarlo! Esto te permitirá saber cómo manejarte mejor ante los retos sin llegar a un punto de quiebre y agotamiento.
Cuida tu energía vital, para que pueda crecer tu salud. Así te darás cuenta de que, al mantener la salud, tendrás infinitos recursos que te ayudarán a salir adelante.
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